En el deporte un
factor muy importante para llegar a conseguir éxitos, ya sean de tipo personal
o en grupo, es la motivación. Si ésta está presente la consecución de los
objetivos propuestos con anterioridad serán más fáciles de alcanzar. Para ello
los entrenadores, compañeros, amigos o el propio individuo, según el nivel de
deporte que se haga, tendrán que saber llevar a cabo las técnicas exactas para
que el nivel de motivación no decaiga.
El término motivación tiene un significado muy amplio que
puede englobar numerosos aspectos de la conducta. Se puede definir como la
dirección o la intensidad del esfuerzo. La dirección del esfuerzo se refiere a
si el deportista busca, se aproxima o se siente atraído por ciertas situaciones.
La intensidad del esfuerzo se refiere a la cantidad de empeño que una persona
emplea en una situación determinada (un jugador de baloncesto puede asistir a
los entrenamientos y pasar desapercibido ya que no se esfuerza por mejorar).
Creemos que la mejor clasificación de la motivación en el
ámbito deportivo es la que se refiere a dos tipos de motivación:
-
Interna:
cuando se practica el deporte por el placer inherente al mismo (deporte =
juego)
-
Externa:
cuando los incentivos son extrínsecos al deporte (deporte = dinero)
Esta clasificación no es excluyente, sino que pueden darse
juntas (en deporte de competición sobre todo), sumándose la una a la otra.
Dentro de la motivación interna el deportista puede tener
diferentes motivos para estar motivado cara al deporte que practique y su nivel
de exigencia. Estos motivos pueden ser: mejorar habilidades, divertirse,
mejorar la salud y el estado físico, estar con los amigos, lograr el éxito,
experimentar excitación/emociones.
A partir de estos motivos cada individuo deberá plantearse
objetivos a corto plazo, para ir superándolos y así al fin lograr el éxito que
va buscando. Los objetivos deben ser alcanzables ya que si no se superan la
motivación puede bajar y en consecuencia el interés por la práctica deportiva.
Una vez se vayan superando los objetivos el individuo se sentirá competente con
el deporte que practica y ganara en confianza en sí mismo así como en
motivación intrínseca. Si es el entrenador el que tiene que mantener la
motivación de sus pupilos, éste tendrá que saber tratar a nivel personal a cada
individuo (pues tenemos personalidades distintas), cambiar el ambiente, conocer
los motivos de cada uno y modificarlos si no son deseables, tener en cuenta
otros aspectos (lesiones, sobreentrenamiento).
El sistema de recompensas que existe en el deporte (premios,
trofeos, dinero) hace que la motivación extrínseca mejore y con ello la
motivación en general. De hecho, en muchos casos la motivación de los
deportistas se debe a una combinación de la intrínseca y la extrínseca. Aunque
en la actualidad se cuestionan en algunos casos donde se premia a deportistas
que consideran su deporte un juego. Con estas recompensas el deportista pasa de
considerar su deporte un trabajo y su motivación interna se puede resentir
(puede no tolerar bien la presión, la exigencia, etc.). De este modo las
recompensas deben estar ligadas a una información positiva para que el
deportista se sienta competente y así mejore su motivación.
Ahora que sabemos lo que es la motivación interna y externa,
será más fácil que los deportistas, por ellos mismos, o los entrenadores sepan
que hacer en cada momento para que su motivación no decaiga y que paso a paso
se llegue a lograr el objetivo final planteado desde el principio: el logro.
Este video motivacional es un claro ejemplo de que ir marcándose metas a corto plazo para conseguir el objetivo final es importante.
Este video motivacional es un claro ejemplo de que ir marcándose metas a corto plazo para conseguir el objetivo final es importante.
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